En junio de 2021, la Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó la Ley Bitcoin, otorgando a esta criptomoneda un estatus oficial en el país. Desde entonces, El Salvador ha avanzado en la creación de un marco regulatorio innovador y ha experimentado un aumento en la inversión extranjera relacionada con los activos digitales.
La adopción del Bitcoin como moneda de curso legal ha sido un tema controvertido, generando opiniones diversas. Algunos argumentan que puede fomentar la inversión y la inclusión financiera, mientras que otros se preocupan por la volatilidad de las criptomonedas y los riesgos asociados.
Aunque el uso del Bitcoin no es aún generalizado entre la población, el país sigue trabajando en superar desafíos como la educación sobre su uso y la infraestructura tecnológica necesaria. El impacto real de esta medida a largo plazo sigue siendo objeto de debate, y su éxito dependerá de una implementación y gestión efectivas.